SOG Entrevista en el Diario de Leon
Entrevista a SOG en el Diario de León
Lanzamientro de su tercer trabajo «Sogstonehills»
por Emilio Gancedo para el Diario de León.
LA TRADICION ES UN LIBRO QUE NO SE ACABA NUNCA
E. Gancedo | Periodico Diario de León 07/07/16
León, esa tierra tan poco dada a himnos, cuenta ahora con uno hecho desde las tripas y nacido a tenor de un panorama abundante en cierres, despoblaciones, reconversiones en falso y otros culos de saco históricos. Lleva por título Aviados y es uno de los diez temas —el único cantado— de Sogstonehills, nuevo disco del grupo de folk Sog, fundado allá por 1997 y que se suma a sus anteriores 0505 y Trisca. «Son pocos los que quedan/ viviendo en estas tierras/ lo que un día llamamos/ la Raya Carbonera…», cantan en él.
—Vuelve Sog con nuevo disco. ¿Cuánto tiempo os ha llevado grabar este ‘Sogstonehills’?
—Ha sido un proceso largo y enriquecedor. En los últimos años la banda ha cambiado algunos componentes, ampliando notablemente los estilos que impregnan nuestro folk. Hace tres años empezamos a preparar los temas de este disco y su grabación nos ha
llevado casi uno, con lo que podemos afirmar que es el disco más completo y elaborado de Sog. Por ejemplo, las nuevas incorporaciones y estilos han quedado patente en temas como Karma, el primer tema de folk que conozcamos que utiliza el Flutebox, disciplina que une la flauta travesera y el Beatbox, siendo nuestro flautista Óscar Vázquez pionero en el desarrollo de esta técnica en España.
—Ante todo, ¿qué habéis querido contar y cantar en él?
—Lo que cantamos y reivindicamos resuena sobre todo en Aviados. Los ecos de la montaña de nuestra tierra se concentran en esta llamada de auxilio en su nombre y en su defensa, pues la pérdida de población tiene remedio, pero la destrucción de nuestro entorno es irreversible.
—¿Os reunís asiduamente para tocar y ensayar o los encuentros son puntuales? ¿Resulta difícil ‘gestionar’ una banda tan numerosa como la vuestra?
—Sí, nos juntamos todas las semanas para ensayar y también para ponernos al día, porque después de tantos años somos una gran familia, y funcionamos sin problemas aunque haya alguna ausencia en nuestra cita de los jueves. Somos una banda que ha resistido los envites la crisis porque disfrutamos con lo que hacemos y nunca hemos interrumpido el trabajo. Esto se refuerza por el hecho de que más de la mitad de los miembros de Sog se dedican a la música de manera profesional; así, la maquinaria está siempre engrasada para darlo todo en los directos.
—¿Cómo crees que ha cambiado el ‘sonido sog’ desde aquellos ya lejanos inicios? ¿Os mantenéis fieles a unas señas de identidad?
—Cada disco de Sog se corresponde con un momento distinto de nuestro bagaje musical. Trisca es nuestro disco más tradicional y para algunos de nuestros seguidores el más auténtico. En 0505 dimos un salto hacía melodías más elaboradas y temas con aires del Este, así como algunos guiños a la música andina, sin abandonar los ritmos propios de la tradición leonesa. Sogstonehills, sin embargo, da un giro a nuestra trayectoria, centrándonos en mezclar sonidos más cercanos al rock y a la tradición.
—Algún tema mítico, muy destacado para vosotros…
—La mayoría de los temas de nuestros discos son propios y las pocas versiones que tenemos, como Trite pati, Carolina o Aviados, son adaptaciones a lo que denominamos como ‘estilo sogano’, que es la marca diferenciadora del grupo. Entre los temas míticos están 19 baúles, El molinero y, sobre todo, La Casilla, dedicado al bar de mismo nombre donde toda una generación de nuevos músicos de folk dábamos nuestras primeras sesiones todos los jueves por la noche. Nemesio, su dueño, fue el primer ‘mecenas’ que tuvimos muchos folkies de León.
—¿Cómo es vuestro proceso creativo? ¿Alguien, en concreto, crea las melodías y luego el resto las adaptáis y trabajáis? ¿O esto es más bien una cooperativa o ‘hacendera’?
—Es una mezcla de todo eso que formulas: las melodías casi siempre están compuestas por una persona, pero es el grupo el que le da forma, realizando un esfuerzo colectivo para crear ese ‘sonido sogano’ del que hablaba antes, aunque también es cierto que dentro de la banda hay distintos roles a la hora de componer y arreglar.
—¿Cuál es, ahora mismo, el gran reto de grupos folk como el vuestro? ¿Qué dificultades (y qué recompensas) encontráis en vuestro camino?
—Tal vez sea dar a conocer la tradición en nuestra propia tierra, a la vez que la reinterpretamos y creamos nuevas músicas, ya que la tradición es un libro que nunca se acaba de escribir… Las dificultades de nuestro camino son endémicas ya desde que nacimos. Las políticas regionales de protección cultural son escasas, mimándose lo foráneo y obviando lo local: a veces ser de aquí es un problema en vez de una ventaja, y hay curiosidades como que en los festivales locales muchas veces no hay un solo grupo autóctono, algo impensable entre nuestros vecinos de Asturias, Galicia o Cantabria, de los que deberíamos aprender un poco. En cuanto a las recompensas, nos las da nuestro público, gente de todas las edades que acuden a los conciertos, que bailan, cantan y se emocionan con nuestros temas.
—¿En qué próximos conciertos daréis a conocer el disco?
—Las actuaciones más cercanos son para el mes de julio: el día 23 actuaremos en la Noche Folk de Santa María del Páramo, iniciativa con varios grupos que se celebrará este año por primera vez. Y el día 30 del mismo mes estaremos en las Noches del Castillo de Valencia de don Juan, coincidiendo con la tradicional Feria del Vino que se celebra en esta localidad.
Llevan a gala haber alumbrado un muy identificable ‘sonido sogano’ y siguen al pie del cañón tras 20 años en la carretera. La veterana banda leonesa Sog acaba de publicar nuevo disco, ‘Sogstonehills’, con un reivindicativo tema al frente, ‘Aviados’: «La pérdida de población tiene remedio, pero la destrucción de nuestro entorno es irreversible», avisan.
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